Hola chic@s!! Buen finde!!! Aquí está el octavo capítulo ^^. Espero que os guste mucho. Bueno, aviso que hoy hay maratón de capítulos en mi otro blog (arriba la dirección en páginas) ;)). No me enrollo mucho hoy, BESOS !!!
Capítulo 8: Capitol's
Dos
días. Tan sólo cuarenta y ocho horas. Pues han sido mi peor penitencia. Las
disculpas han sido malas, pero pasables. El no saber nada de Peeta me ha
provocado retortijones, pesadillas y lloros descontrolados. La pérdida.
- Entonces, ¿vas con Marvel? -le pregunto a Madge.
- No, que va. Es demasiado superficial. Creo que me gusta…
Darius.
- Es divertido -apunto.
- Divertido y tierno -corrige ella.
- Adjudicado -declaro.
La verdad es que ir de compras sólo hace que me entre más
bajón, pero Madge quería ir y yo necesitaba su compañía un rato.
Giramos la nevada esquina y veo un cartel plateado, con
diminutos diamantes incrustados y letras elegantes en el que pone Capitol’s.
- Supongo que sobreviviré -bromeo.
- Confío en ti -dice ella.
Río de forma falsa. Ojalá Peeta hubiera confiado en mí. ¿Por
qué? ¿Qué he hecho? «No Katniss. No puedes volver a castigarte con estas preguntas
sin respuesta»
Avanzamos calle abajo hasta que cruzamos la puerta del
establecimiento barra castillo de princesas locas. Al menos dentro no nieva.
Supongo que como aquí los vestidos no son precisamente abrigados, tendrán que
poner alta la calefacción.
- Buenos días -nos dice una chica con un vestido verde. Está
muy maquillada, y lleva sombra de ojos rosa a juego con su pintalabios y
tacones-. Soy Octavia, estaré por aquí para lo que necesiten.
- Gracias -contesto.
Me escabullo entre vestidos y más vestidos, mientras a lo
lejos oigo decir a Madge:
- En realidad, buscaba un vestido para…
- ¿Puedo ayudarte en algo?
Me giro y encuentro a un joven. Viste una camisa y
pantalones negros y, a pesar de trabajar en
esta tienda, la única concesión a las modificaciones de aspecto parece
ser un delineador de ojos dorado aplicado con generosidad.
- Soy Cinna -añade, al ver que no respondo.
- Katniss -escupo por fin-. Estaba buscando algún vestido
para el baile de bienvenida -digo, no sé porque, ya que no podré pagarlo y es,
en resumidas cuentas, una pérdida de tiempo.
Se me queda mirando fijamente unos segundos, que para mí son
bastante incómodos. Debe tener rayos-X para ver a través del abrigo, cosa que
me asusta.
- Creo que tengo algo perfecto para ti -dictamina al fin.
Suspiro de alivio.
***
- Ohh, ¡precioso! -exclama Flavius al otro lado de la
cortina del probador.
Se ha unido al club “Adorar a Madge Es lo Mejor” cuando ha
oído a Octavia hacer lo mismo y se ha acercado para mirar. Ahora los dos atienden
a Madge. Por otra parte, Cinna me atiende a mí. No me vitorea ni grita,
simplemente me felicita y sonríe como una persona normal cuando le agrada como
me queda el vestido, de vez en cuando comenta técnicamente no sé qué del diseño
del vestido y no sé cuántos del color, y me recomienda el maquillaje, zapatos y
peinado que debería llevar con él. Venia, una mujer estirada con un vestido
idéntico al de Octavia pero en turquesa y con sombra de ojos y tacones naranja,
también me ayuda, aunque de una manera más parecida a la de Octavia y Flavius.
Creo que se comporta de una forma más civilizada porque Cinna está delante,
sino, también gritaría.
Noto como el forro del vestido me envuelve y que, para ser
un vestido, es pesado. Toco todas y cada una de las gemas en forma de lágrima
que adornan la tela roja, simulando llamas arder. Elegantes llamas, todo sea
dicho. Brillo allá dónde mire, y me parece realmente precioso. Es incluso
cómico, Katniss Everdeen, la chica en llamas, con un vestido repleto de ellas.
Creo que empiezo a entender cuando una chica que está de bajón va de compras
para animarse. Comprarme el vestido para el baile me animaría bastante, aunque
jamás compensaría el perder a Peeta. Ojalá pudiera comprármelo.
Encajo los dos tacones de color beis muy suave en mis pies y
salgo tímidamente del probador.
Todos se quedan callados durante un rato, mirándome
fijamente.
- Magnífico -dice Cinna al final.
- Gracias -susurro.
Me meto dentro del probador antes de que la gente encuentre
de nuevo su voz y me halague. Con uno es más que suficiente. De verdad amo este
vestido pero no podría pagarlo ni en diez años a plazos.
- Oh ¡hola Peeta! -oigo decir a Madge.
Sus sonoros pasos se acercan, mientras yo contengo la
respiración. ¡¿Hola Peeta?! ¡¿Qué hace Peeta aquí?! Se supone que Capitol’s es
tanto para chicas, como para chicos, ya que hay una sección de camisas,
corbatas, cinturones y trajes en la planta de arriba, pero no veo a Peeta aquí.
¡Pero si antes de ayer rompí la poca relación que tenía con él! De conocidos, a
nada. Un gran salto.
- Hola Madge, ¿qué tal? -dice, con una voz ronca y cansada.
¿Ese era él?
- Bien, eligiendo un vestido para el baile con Katniss -dice
con su alegre voz. Ya está, ya tenía que abrir la boca y decir, «con Katniss».
¡Genial Madge!
- ¿E-está Katniss aquí?
- Sí, está en el probador ¡Ay! Se acaba de probar un vestido
precioso, a ver si no se lo ha cambiado todavía -dice. Maldición, claro que no
me he cambiado todavía. Puedo sobrevivir a base de ardillas y raíces, no
ducharme en un mes, ser la cabeza de una familia de cuatro; pero no puedo
escuchar y quitarme un vestido la vez.
Después de todo, quizás no sea lista. Perdón, es verdad, que eso había quedado
claro desde un principio.
Oigo como sus rápidos pasos se acercan sin que Peeta pueda
objetar nada. A mí sólo me da tiempo a quitarme un tacón.
- Katniss, sal un momento, por favor, que te quiero ver otra
vez el vestido rojo -ah, encima ni me
avisa de que Peeta está al otro lado de la cortina. Que buena amiga tengo.
- Pero Madge… -empiezo a replicar, antes de que ella asome
su cabeza al probador.
- Estás vestida, sal -susurra.
- No -susurro.
- ¿Por qué?
- No quiero salir.
Suspira y se retira. Me coloco de nuevo el tacón, para tener
la cadera a la misma altura, y empiezo a bajarme la cremallera lateral. La cortina se corre de golpe y me expone,
cuando llevo unos diez centímetros.
¿Adivináis? ¡Katniss Everdeen, la chica en llamas!
- ¡Madge! -grito, sin atreverme a mirar a Peeta, mientras me
subo la cremallera de golpe- ¡Que haces! -le grito, sílaba por sílaba.
- Venga, que no era nada.
- Serás…
- ¿A qué está preciosa? -pregunta, mirando a Peeta.
Él sólo asiente mirando al suelo.
Mis ojos vuelven a humedecerse, pero no sin antes desatar mi
ira.
-Vete al infierno -le digo a Madge, con voz de niña.
Camino lentamente, gracias al peso del vestido y los
tacones, largándome de aquí cuanto antes cargada con mi ropa y buscado a Cinna.
- ¿Pero ahora que he hecho? -la oigo decir desde lejos. No
obtiene respuesta.
¡Por qué a mí! No podía tener una amiga normal, no, tenía
que ser… Madge. Y encima Peeta me encuentra así vestida. Esto ya es el colmo.
Entro en otro probador y me cambio. Adiós vestido, adiós
tacones, adiós Katniss elegante e incluso guapa.
***
- Cinna, gracias por todo, el vestido y los zapatos son
perfectos… -«pero es un presupuesto demasiado alto para mí», diría.
Pero esperar, es que Madge tiene que meter las narices en
todo.
- Nos los quedamos -dice, mirándome, no sé, ¿tiernamente?
¿alegremente? A saber lo que desayuna esta chica para quedarse así -, y ese
también -añade, señalando uno blanco pulido que cuelga elegantemente de una
silla con purpurina dorada.
- Buena elección -dice, guiñándome un ojo. Le sonrío un poco
como respuesta-. Octavia, por favor, acompáñalas a la caja, yo me encargo de
los vestidos.
No me quejo, no digo nada. Porque sería inútil, frustrante y
cansado. Cosas que yo no me puedo permitir con Peeta en el piso de arriba. No
necesito que me compre el vestido. No necesito que me compre los zapatos. No
necesito que se gaste una millonada en mí. Pero Madge no lo entiende, y lo
peor, es que se lo puede permitir y le resbala.
Sólo me cruzo de brazos y espero a que cada uno cumpla con
su parte, mientras que yo no tengo ninguna, a no ser que deprimirme por pensar
en Peeta cuente.
Supongo que Cinna tardará un rato en empaquetar los vestidos
para que no se estropeen por la nieve que cae fuera, Madge se ha entretenido
con el maquillaje y Octavia le aconseja gustosamente sobre el tema, así que
acabarán doliéndome los pies de esperar aquí plantada; lo más lógico es
moverlos.
Visualizo las escaleras y subo escalón a escalón hasta que
acabo en la planta de hombres, sin sentido alguno de haberlo decidido de
antemano.
- ¡Oh Katniss! -exclama alguien detrás de una montaña de
camisas multicolores.
Uff, sólo era Flavius.
¿Y qué habría pasado si hubiese sido Peeta? ¿Me habría
echado a llorar? ¿A sus brazos?
Miro a los lados unos segundos, para ver si hay alguien
(vale, Peeta) cerca. Con lo que chilla puede haberle oído cualquiera (vale, de
nuevo peeta). Pero parece que no hay moros en la costa y me relajo, aunque sólo
un poco.
- ¿Te has comprado el vestido llameado? ¿O el rosa palabra
de honor con el chal? Te aseguro que si pudiera yo luciría el plateado con
lentejuelas -pregunta y dice atropelladamente de forma alegre, juntando las
manos delante de su cuerpo y moviéndolas de forma molesta.
- El llameado -respondo sonriente. Supongo mantener una
aburrida conversación con Flavius sobre ropa, maquillaje y demás cosas de
chicas hará que mi situación con Peeta parezca un cuento de hadas. Eso es
bueno, ¿no?
- ¡Ese es estupendo! Estarás bellísima -se tira hacia atrás
y arruga la nariz mientras me escanea-, con algunos arreglos.
- ¿Qué arreglos? -digo de forma un poco hostil. Creo que eso
lo acobarda un poco.
- Ven, -dice mientras me empuja por los hombros- ven, ven.
Sí no tengo prisa -¿eso no lo tendría que decir yo? ¿Me lo tengo que tomar a
mal?
Me dejo llevar por esa mosca con purpurina llamada Flavius
hasta un tocador plateado. Supongo que como estamos en la planta masculina
reducen la cantidad de purpurina y lentejuelas del decorado. Pero eso sí, sin
eliminarlo del todo. ¡Claro, sino qué sería de la estética de la tienda!
Flavius trae un pequeño taburete rosa metalizado de detrás
del mostrador y me sienta a la fuerza.
- Entonces -dice, mientras toquetea mi pelo hasta deshacer
la trenza-, ¿quién es el afortunado que te acompañará al baile?
Bum. Directo al corazón. Mis labios quieren decir Peeta, y
mi cabeza quiere… mi cabeza quiere apagarse y antes arrancar el botón de
encendido. « ¿Qué quién es el afortunado?» Buena pregunta. Si alguien tiene
alguna idea, que me lo diga. ¿A Buttercup le quedaría bien un esmoquin?
Simplemente me callo. Miro como mis uñas están rotas y
sucias y trabajo en ellas, luchando por no llorar, cosa que nunca se me ha dado
bien.
Creo que Flavius me mira a través del espejo, incluso con
cara de preocupación.
«No llores, Katniss, no llores» Ahora que tengo una razón
para odiarlo, ¿por qué no funciona? ¿Por qué anoche desperté gritando su
nombre, odiándolo por no estar ahí conmigo para consolarme, y hoy mi corazón
vuelve a ser blando? Eso es, soy una blanda. Pero es que todo me aplasta y me
ahoga, aunque, en cierto modo, ¿eso no debería endurecerme? ¿Reforzar lo que ya
era? ¡No! «No llores, Katniss, no llores» ¡no, maldita sea, no!
- Los hombres no tienen corazón -dice con su voz de pito,
resignado. ¿Él no es un hombre? No me atrevo a preguntar.
Levanto la mirada y sonrío a su reflejo, justo antes de
romper a llorar silenciosamente, como si me hubieran quitado el sonido.
Mi pelo queda recogido en un precioso moño que intercala
pequeñas trenzas.
- Gracias -susurro-.
Supongo que de todas formas yo no iría al baile con nadie que no fuera
él, así que no tiene sentido culpar a todos los hombres de la faz de la tierra.
- Pero sienta mejor -dice.
Me permito reír entre lágrimas. Coge mis manos y las
examina.
- ¡Podrías haberme dejado algo con lo que trabajar! -dice
horrorizado.
- Lo siento -susurro.
Abre un cajón del tocador y saca una lima. Empieza a
intentar que mis uñas parezcan uñas de nuevo. Pues buena suerte. Por cierto,
¿esto quién lo paga?
Saca unos botecitos de esmalte, un alfiler, y empieza a
pintar.
- Le dije que me dejara en paz -rompo a llorar de nuevo-. «
Supongo que ya no te debo nada, así que no hace falta que te acerques a mí»
-lloriqueo, imitándome con voz grave. Lloro más- Es culpa mía.
- No, cariño, algo habría hecho -dice, comprensivo. ¿Por qué
le cuento esto? Da igual, ya está dicho. Mejor acabo la historia y me desahogo
un poco. Además, creo que a Flavius le gusta escuchar.
- Sí, daño -y salvarme. Me hizo daño, cierto, pero también
me salvó y me trata de una forma... ¡Que contradictorio es todo! Necesito hacer
una bola con la blusa, metérmela en la boca y gritar hasta que no me quede voz.
O matar algo con el arco. Creo que lo de la blusa es imposible aquí, ya que me
tomarían por loca (aunque quizá lo esté), y deshabitaría el bosque entero antes
que desahogarme del todo.
- Voy a por una base, que no puedes salir así de roja a la
calle.
Y se va. Bueno, quizás no tenga sentimientos, o cerebro, una
de dos. O por un oído le entra y por el otro le sale.
Me quedo obedientemente sentada en el taburete, mirando como
una llamita adorna cada una de las diez uñas. Pues sí que parecen uñas. Y
también es verdad que tengo la cara roja. Como un tomate. Y los ojos. Así
parezco una granada elegante.
- Katniss, estás preciosa -dice bajito Peeta.
OMG!
ResponderEliminarNueva lectora, Van, y tengo que dezir que... Pobre Peeta! Pobre Katniss! Que pasara? Se pindra a llorar? O le pegara un tortazo(esperoquenoporqyokieroapeeta...PEETA, SI ELLA NO TE TRATA BN VENTE CONMIGO, SAL DEL LIBRO Y DE INTERNEET!)(Vale qiero avisar de que estoi como una cabra, cosa que a mis amigas leshace mucha gracia...)
Tia! Necesito la continuacioon! O morire!
Olle tmbn tngo un blog, si qieres pasa a mirarlo, hasta hay un concurso!
Ve a : losjuegosdelhambrecontinuancenizas.blogspot.com
Jajajajajaja!! Yo te comprendo ^^!!!! Creo que todas (aunque algunas no lo admitan) estamos locas por Peeta XD Creo que mañana (a estas horas, ya hoy) podré publicar otro capítulo, porque me ha alegrado mucho tu comentario y estoy,no sé,SUPERFELIZ. Y loca...
ResponderEliminarBESOS Vanilla!!
PD: Me paso por tu blog ahora mismo ^^
Transmito alegria, que la gente este to happy y lo que mas transmito es LOCUURAAAAAAA!!
EliminarNo, perdon es mentalmente desorientada... Pero que digo!??
Jajajajaj m hace gracia y me da alegria que mi comentarioo te aya echo sentirte asi... Soy como una Delly!
Bueno adiiooooos!!<3<3<3
Van<3
Por cierto, ya e publicado una entrada con la foto para que me afilies... Yo esq no se como se afilia... Bueno ya investigare!(me e motivao)
EliminarVan<3
Otra cosa, otra cosa...hay un concurso, se gana una portada, si quieres.... APUNTATE!!<3
EliminarVan<3
Todas (sobretodo nosotras) estamos mentalmente desorientadas ^^. Ahora mismito pongo la foto (mientras tanto había improvisado una ^^). Sí, lo de la portada ya me lo han dicho varios bloggers, y me gustaría apuntarme, pero por vagueria no lo he hecho... ¡Que se le va a hacer! XD Creo que finalmente lo haré *aplausos de fondo*
EliminarBESOS vanilla!!!
Bueno, pos entonzes, si t kirres apuntar, te incluyo pero ya!!!jajjajajja...y con esto el concursoEMPIEZA YA!!!
EliminarHuala te lo an dicho varios bloggers, ABLAN DE MII!!! Enserio?? Me as dejado de piedra ....OMG!! LOS BLOGGEROOOS AABLLAAAAN DEEE MII BLLOOOOG!!!
EliminarEso si, el tullo es the BEST
Por que no lo descubri antes??!!!
Lo q yo digo, mentalmente desorientadaXD:)
Juasjuasjuasjuasjuas ^^!!! Pues sí que tenemos las dos MENTALMENTE DESORIENTADAS pintado en la frente!! XD Muchas gracias, A MÍ TAMBIÉN ME ENCANTA TU BLOG!!! ;)) Ahh, y gracias también por apuntarme al concurso ^^ Por cierto... te gusta dibujar?? Cómo me dijiste que la imagen de afiliados la habías hecho tú... ES QUE A MÍ ME ENCANTA (:o)!!!!
EliminarBEEESOS WAPPAAAAAAAA!! ^^
Enseriooo???? Adoro dibujar! Tengo lapizes y pinzeles por toda la casa! Es mas, cuando era peke, me dio por pintar el armario, y...ahi esta la pintura hecha con rotuladores y fosforescentes...NoSE QUITA!
EliminarPor cierto, ahora voi a poner una entrada sobre el concurso, pasate y la veras
MUUUXIIIISIMOOOS BEESOOOOOS
Van<3
Síííí?¿?!! Yo también!!!! En la pared de mí habitación, detrás de mi peluche-conejito-favorito, hay una obra de arte en forma de corazón verde ^^ MUXÍÍÍÍÍÍÍÍSIMOS BESITOOOOOS ;))
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